BCO Noticias.- Redacción

Este lunes por la tarde se celebró la misa de cuerpo presente en honor a Vicente Fernández en la Arena VFG, ubicada al interior del rancho «Los Tres Potrillos», a donde acudieron cientos de fanáticos, amigos y familiares del cantante.

En la ceremonia, que comenzó al son del mariachi a las 15:00 horas, el sacerdote lamentó el fallecimiento del intérprete, a quien consideró como alegre y sencillo.

Traigo música en el alma, así podría yo resumir la vida de Don Vicente, traigo alegría, traigo sencillez en el alma, no podría jamás discutir la grandeza del canto de Vicente, de ese don en específico que dios le dio, dijo el sacerdote al inicio de la misa.

El lugar lucía repleto de coronas de flores, mientras que en una pantalla en la parte posterior del escenario se proyectaban videos y fotografías del Charro de Huentitán.

Luego de las lecturas bíblicas, el sacerdote agregó:

Nuestro hermano Vicente Fernández duerme ya en la paz de Cristo, vamos a recomendarlo a la misericordia de Dios y vamos a acompañarlo con nuestras oraciones, también pidamos al señor por todos nosotros para que un día podamos ir al encuentro de Cristo junto con nuestro hermano Vicente.

Además, agregó que Vicente Fernández pidió que no quería que le tocaran las mañanitas durante la misa, sino que quería aplausos, por lo que el público aplaudió efusivamente.

Luego de que la misa finalizó los mariachis retomaron la música para posteriormente pasarle el micrófono a la ahora viuda de Vicente Fernández, María del Refugio Abarca Villaseñor, mejor conocida como Cuquita, quien ofreció unas palabras.

A toda la gente que está aquí, a todas las personas que nos están viendo, que pidieron y mandaron bendiciones, mandaron a pedir misas, rezaron, por todas esas personas yo les mando la bendición con todo mi corazón, les doy las gracias y que Dios los cuide a todos, dijo Cuquita.

Tras esto, Alejandro Fernández dio gracias a los médicos que atendieron a su padre, para después despedirlo con la canción «Volver, volver», acompañado por el publico, quienes gritaron «vivas» al ídolo del pueblo.